ÓSCAR GENDE

MAPA EDAD ETURIA

La historia de Crónicas eturias tiene lugar en tres países hoy inexistentes: Eturia, Tinsalia e Iven-Talh.

De entre todos, Eturia era el más pequeño, aunque no por ello el menos relevante. Poblada por una raza de gigantes de cabellos grises y fuerza sobrehumana, Eturia se dividía en un total de cuarenta y tres dominados, de los cuales cinco eran considerados «grandes dominados» tanto por tamaño como por importancia. Era en esos territorios donde se decidía el devenir general del país, personificando todo su poder en los Cinco Grandes Ladaíres.

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Eturia limitaba al norte con el infinito océano, al este con Iven-Talh y al sur con Tinsalia, separada de esta última por una extensa cadena montañosa de algo más de un millar de kilómetros y una larguísima muralla. Este muro había sido construido por los propios tinsalios tras enfrentarse a Eturia en desigual combate y comprender que, lo que habían encontrado en el lejano norte, no podía ser dominado por simples hombres mortales.

Tinsalia era un vasto imperio. Estaba dividido en cinco prefecturas —Tensalea, Puntamar, Mediolano, Éliadis y Altalia— con sus respectivas provincias. Era una sociedad altamente civilizada y, como tal, sus principales ciudades estaban bien comunicadas por calzadas y protegidas por ejércitos eficaces. La cabeza visible del poder tinsalio era el emperador, que se valía de otros subpoderes, como el Senado y el Potestado, para hacer imperar sus leyes a lo largo y ancho del territorio.

Luego estaba Iven-Talh, la tierra de los humanos del norte, más altos que los del sur, más fuertes y, gracias a la yerma tundra en la que vivían, también más duros y resistentes. Vecinos con Eturia por el oeste y con Tinsalia por el sur, se dividían en una gran cantidad de naciones que ocupaban pequeñas porciones de tierra, siempre enfrentadas entre sí. De los tres países que protagonizan esta historia, este es sin duda el más incivilizado y cruel.

Y aún restarían por nombrar Éderlan, Stigara, los inexplorados Reinos del Sur, los imperios del lejano oriente… Tal vez deba hablar de ellos, sí. Y lo haré, pero en otra ocasión…

 

La historia de Crónicas eturias tiene lugar en tres países hoy inexistentes: Eturia, Tinsalia e Iven-Talh.

De entre todos, Eturia era el más pequeño, aunque no por ello el menos relevante. Poblada por una raza de gigantes de cabellos grises y fuerza sobrehumana, Eturia se dividía en un total de cuarenta y tres dominados, de los cuales cinco eran considerados «grandes dominados» tanto por tamaño como por importancia. Era en esos territorios donde se decidía el devenir general del país, personificando todo su poder en los Cinco Grandes Ladaíres.

Eturia limitaba al norte con el infinito océano, al este con Iven-Talh y al sur con Tinsalia, separada de esta última por una extensa cadena montañosa de algo más de un millar de kilómetros y una larguísima muralla. Este muro había sido construido por los propios tinsalios tras enfrentarse a Eturia en desigual combate y comprender que lo que habían encontrado en el lejano norte no podía ser dominado por simples hombres mortales.

Tinsalia era un vasto imperio. Estaba dividido en cinco prefecturas —Tensalea, Puntamar, Mediolano, Éliadis y Altalia— con sus respectivas provincias. Era una sociedad altamente civilizada y, como tal, sus principales ciudades estaban bien comunicadas por calzadas y protegidas por ejércitos eficaces. La cabeza visible del poder tinsalio era el emperador, que se valía de otros subpoderes, como el Senado y el Potestado, para hacer imperar sus leyes a lo largo y ancho del territorio.

Luego estaba Iven-Talh, la tierra de los humanos del norte, más altos que los del sur, más fuertes y, gracias a la yerma tundra en la que vivían, también más duros y resistentes. Vecinos con Eturia por el oeste y con Tinsalia por el sur, se dividían en una gran cantidad de naciones que ocupaban pequeñas porciones de tierra, siempre enfrentadas entre sí. De los tres países que protagonizan esta historia, este es sin duda el más incivilizado y cruel.

Y aún restarían por nombrar Éderlan, Stigara, los inexplorados Reinos del Sur, los imperios del lejano oriente… Tal vez deba hablar de ellos, sí. Y lo haré, pero en otra ocasión…

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GALERÍA DE IMÁGENES

En esta galería podréis ver arte y otros conceptos utilizados para dar vida a la novela Crónicas eturias: luces y sombras.